Sin duda una de las situaciones más estresantes en la vida de un adulto es un cambio de casa. Esto de desarmar lo que somos para volver a hacer encajar las piezas es un tremendo lío. Imagínense entonces cómo deben sentirse los niños, que están con nosotros y nos ven sufrir por los cambios: obviamente también se preocupan, se les desordena todo y hasta pueden estresarse. Pues bien, ¿cómo hacer para que no sea tan caótico?
Primer debemos entender que cambiarse de casa tiene que ver con dejar atrás una historia y comenzar a vivirla como recuerdos y eso debemos respetarlo, deben cerrar el ciclo: despedirse de los vecinos, de la verdulería del barrio y hasta dejarle dibujos, si quieren, a los abuelitos que tenían por vecinos. Así sentirán que están cerrando. Podemos hablar a que se debe hacer un duelo, corto y saludable.
Los adultos estamos acostumbrados a cambiarnos, tal vez sabemos racionalmente lo que implica y lo toleramos mejor al principio porque sabemos que tarde o temprano nos acomodamos, los niños no saben esto. Por eso nos necesitan cerca cuidando y haciéndolos sentir seguridad.
Entonces, considerando que estaremos afinando detalles y que los niños estarán viviendo su propio proceso,e s que debemos cuidar algunos aspectos para que estén tranquilos en el cambio de casa.
- Hacerlos parte del proceso, es básico e importante contarles que se producirá un cambio, no esperar hasta el último minuto ni planearlo en secreto, ya que los niños sabrán que algo está pasando y podrían angustiarse por no saber qué es. Debemos explicarles las razones y por sobre todo contestar todas sus dudas con la mayor siceridad.
- Entusiasmarlos con el cambio de casa, todo cambio es bueno y debes creerlo, entusiasmarte con tu nueva meta para transmitir esta seguridad a los niños y se llenen de ganas de los nuevos aires y lugares por conocer. Dejarles claro las diferencias, novedades y nuevos espacios que se ocuparán apuntando a que es lo mejor para todos.
- Participación. Sin duda lo mejor es que te acompañen a mirar posibles casas o departamentos, que den la opinión o que les vayas contando sobre las opciones. Darles la posibilidad de elegir el lugar para poner la cama o juguetes y por supuesto que guarden sus cosas y se deshagan de lo que no usan. Este punto los empoderará y los hará activos del cambio. Nada peor que las cosas te pasen y no aportar ¿no?
- Hazlos parte del nuevo lugar. Trata Buscar actividades en el nuevo barrio, frecuentar espacios cercanos: plazas o negocios, generar lazos con vecinos o familiares cercanos ayudará en la integración y acomodación al nuevo lugar. Si deben cambiar de colegio, es importante que se los cuentes de antemano y que estén entusiasmados con el nuevo lugar también. Jamás tomarlos de sorpresa con este punto.
- Mantener una buena comunicación. Hacerles ver que es normal tener todo tipo de sentimientos frente al cambio y que pueden manifestarlos, de la misma manera que tú comentes lo que vas sintiendo y los hagas parte de tu propio proceso de cambio, esto hará que estén más abiertos y que se conecten sintiéndose, así, más apoyados.
- Mantener los lazos. Mantener el contacto con algunos aspectos de la casa anterior, ir a visitar amigos, recorrer plazas favoritas permitirá que el cambio de casa suma experiencia y no te quita lo que ya has conquistado como tuyo.
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Además estaré conectada dos veces en el mes, para que conversemos de manera virtual sobre el desarrollo emocional de nuestros niños y niñas ¡Te espero!
Varinia Signorelli
Psicóloga Infantil & Femenina